Reflexión

LAS DOS MUJERES CHINAS

[Autor desconocido]
En China, es costumbre que las suegras dominen a las nueras. Pero, esta mujer china resentía mucho la relación con su suegra, pues, además de ser extremadamente dominante, por estar enferma, siempre estaba de muy mal humor. Cansada de la situación, la mujer fue donde el médico chino y, luego de describirle las circunstancias, le pidió algo para poder matar a su suegra, pero sin que sospecharan que había sido ella. El médico le dio una botellita con un líquido incoloro y le dio las siguientes instrucciones: “diariamente vas a echar cinco gotitas en un vaso de agua que le des a tu suegra, este líquido irá envenenándola poco a poco hasta que muera. Para que nadie sospeche que tú la mataste, cada día te esforzarás por tratarla con respeto y amabilidad, de esta manera, nadie se enterará del odio que sientes por ella ni sospechará de ti”. Y así lo hizo la mujer, diariamente, sin que nadie la viera, echaba en el vaso de agua de su suegra las cinco gotitas del líquido. También, se esforzaba por tratar amablemente a su suegra y complacerla en todo lo que podía. La suegra, dándose cuenta del cambio de actitud de su nuera, también cambió su carácter y se convirtió en una persona más agradable con la cual compartir. De esta manera, cada día que pasaba, suegra y nuera se llevaban mejor. Un buen día, la mujer china se dio cuenta de que le había tomado tanto cariño a su suegra que la quería como una madre, entonces, corrió llorando donde el médico para suplicarle por un antídoto contra el veneno que había estado administrándole a su suegra. El médico chino, luego de escucharla, sonrió brevemente y le dijo: “el líquido que te di para que le administraras a tu suegra estaba hecho de vitaminas, esto le mejoraría la salud y ayudaría a que estuviera de mejor carácter. El único veneno entre ustedes dos era el odio que se tenían y, al mejorar el trato entre ambas, administraste el mejor antídoto que existe contra ese terrible mal: el amor.

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